¿Por que estoy aquí?

Si te has preguntado, ¿por qué estoy aquí? Donde quiera que eso sea, tal vez no estás en el lugar correcto o tal vez no estás viendo lo que necesitas ver.

Vale, sé que suena complicado y confuso, pero dame unas líneas más para poder explicar lo que quiero decir.

Ya sea que te estés haciendo esta pregunta porque has llegado a un nuevo empleo, o has decidido mudarte a un lugar desconocido, o has cambiado la ubicación de tu negocio, o incluso has tenido que regresar a vivir con tus papás; tienes que tener presente que la situación no es lo importante aquí.

Lo realmente importante es el por qué decidiste tomar ese camino, esa es la verdadera pregunta que deberías estar haciéndote.

Y es que, si te preguntas por qué tomaste cierta decisión y la respuesta es algo similar a esto: "es que era lo más sencillo" "no tuve otra opción" "me lo recomendaron", entonces ahí sí que estás en una encrucijada, pues no fue una decisión propia sino más bien falta de decisión.

Dejaste que las circunstancias decidieran por ti y eso es lo peor que puedes hacer. ¿Por qué? Sencillo, te quitas poder y comienzas a transitar un camino de dudas, de desconfianza, de inseguridad, en donde no te sientes capaz de decidir y dejas que la vida pase siendo tú, un simple espectador.

Sin embargo, cuando decides ser protagonista de tu vida, o tomar las riendas de ella, entonces la respuesta va a variar demasiado.

Cuando te encuentres preguntándote ¿por qué estoy aquí?, considera responderte con razones válidas.

Es decir, estoy aquí, en este nuevo empleo, porque merezco esta oportunidad, porque soy capaz de atraer nuevos clientes en esta nueva ubicación, porque quiero conocer nuevos lugares, comidas y culturas, porque me siento feliz estando con mis papás.
¿Ves lo que quiero decirte? Cuando cambias tu diálogo interno, de un "a ver que pasa" a un "esto es lo que quiero y puedo lograrlo", entonces te encuentras en un camino muy diferente, todo es una posibilidad de crecimiento y aprendizaje.

Claro, el camino podrá no ser fácil, pero al menos tendrás la actitud necesaria para atravesarlo de la mejor forma. No olvides que son nuestros pensamientos los que se encargan de crear nuestra realidad.

Dar pasos en la dirección correcta, dependerá en gran medida de tus pensamientos, crea primero en tu mente lo que quieres lograr, y luego comienza a tomar decisiones para avanzar en esa dirección. No dudes de ti en el camino, disfrutalo.

Por su puesto puedes recalcular la ruta durante el trayecto, pero no dudes de ti ni de tus capacidades, ten siempre presente que eres capaz de alcanzar tus objetivos, siempre que los tengas claros.

No te des por vencido, mantén tu mente clara y fija en tu objetivo, poco a poco irás obteniendo lo que buscas.